El programa anterior terminó con Paula fuera del plató y llorando como una magdalena. Julen estaba muy cansado de sus discusiones con Alba y decidió no salir a buscarla porque tenía la sensación de que la situación no había sido para tanto y que lo que iba a hablar fuera con Paula, lo podían hablar también dentro del plató. Un poco más tranquila, Paula regresó al plató y le explicó a Julen que había salido porque necesitaba tranquilizarse y respirar hondo antes de seguir hablando con él para no decir cosas de las que luego se podía arrepentir. Un comportamiento que nos ha vuelto a demostrar que Paula ha madurado mucho durante estos meses.