El programa anterior terminó con Paula fuera del plató y llorando como una magdalena. Julen estaba muy cansado de sus discusiones con Alba y decidió no salir a buscarla porque tenía la sensación de que la situación no había sido para tanto y que lo que iba a hablar fuera con Paula, lo podían hablar también dentro del plató. Un poco más tranquila, Paula regresó al plató y le explicó a Julen que había salido porque necesitaba tranquilizarse y respirar hondo antes de seguir hablando con él para no decir cosas de las que luego se podía arrepentir. Un comportamiento que nos ha vuelto a demostrar que Paula ha madurado mucho durante estos meses.

Julen estaba más relajado con Paula dentro del plató, pero tenía la sensación de que Nagore podía tener razón y que Alba estaba manipulándole en las citas para que cambiara su actitud con Paula. El tronista no sabe qué hacer porque no puede ver a Alba mal, pero también es consciente de que si una está mal, la otra está bien y viceversa. El tronista está cansado de esta situación y con la sensación de que le agobian sus dos pretendientas. Ya no le hace ni ilusión leer un tuit de ellas. Eso sí, cree que es positivo que Margareth también quiera conquistar su corazón.

Tras la fuerte discusión que habían protagonizado en plató y ver que Julen estaba agobiado, Alba y Paula decidieron ir a buscar al tronista a su camerino. Las pretendientas llegaron con la intención de solucionar los problemas de una forma pacífica, pero a los pocos minutos de estar los tres juntos volvieron a saltar chispas. Paula está convencida de que Alba lo único que hace es manipular a Julen contra ella en las citas y ella sigue manteniendo que Paula lo único que quiere es televisión. La tensión iba creciendo por momentos y Alba estalló dejándole claro a Julen que ella no iba a estar ocho meses en el programa viendo cómo se besaba con unas y con otras. Un comentario que hizo que Julen se enfadara y que Alba abandonara el camerino porque no está dispuesta a seguir poniéndose como una verdulera delante de las cámaras.

Con Alba fuera del camerino, Julen y Paula mantuvieron una conversación menos acalorada. El tronista intentó explicarle a Paula que él lo único que estaba pidiendo es que dejaran de enfrentarse todos los días. Paula le entendió y le prometió que iba a intentar estar callada para no tener más conflictos con Alba porque ella lo último que quiere es que el tronista lo pase mal. Sin embargo, Julen estaba superado por la situación y con la sensación de que igual no servía para estar en el trono.

Tras tener un ratito a solas con Paula y ver que la única intención de la pretendienta es evitar las discusiones con Alba para que él no se sienta mal, Julen salió de su camerino y se encontró con una Alba muy triste. Julen no soporta ver a Alba así y no dudó en arrodillarse a su lado para intentar consolarla. Alba ha vuelto a explicarle a Julen que no tiene nada que contar de Paula y que simplemente, lo que le pasa con ella es que no se la cree. Julen le ha escuchado atentamente, pero lo único que le interesaba es que su pretendienta preferida estuviera bien y ha decidido cambiar las palabras por los abrazos y la comprensión.

Sofía Cristo tiene la sensación de que Julen lleva varios programas que entra en el plató con miedo a lo que va a suceder y él ha ido un poquito más allá. El tronista se ha puesto en medio del plató, muy agobiado, y ha confesado que le estresaba muchísimo que Alba y Paula se centraran en discutir y no le prestaran ningún tipo de atención. Emma ha considerado que no era para tanto y que Julen estaba superado por la situación, pero él cree que sí es para tanto y ha terminado saliendo del plató para poder relajarse un poco.