Yanira tiene la sensación de que se ha encaprichado de Jesús cuando ella tampoco está segura de que él sea el tipo de chico que quiere para una relación y el pretendiente vuelve a sentir que su personalidad no le termina de convencer. Jesús no sabe si podrá estar en casa viendo como Yanira conoce a otros chicos, pero ella tiene claro que no le quiere en el plató si tiene dudas sobre su relación. La situación no va ni para delante, ni para detrás y los jóvenes ven la distancia como la única solución.