Después del tira y afloja en plató, llegaron las citas en la casa: una sin testigos y otra normal. A esta estaba invitado Santana mientras que a la especial estaba Alai. Estos dos encuentros han sido clave porque han adelantado la final de Marina. Pero vamos por partes. ¿Qué ha ocurrido con Santana?
Aunque Santana dijo que no iba a estar más en el programa por no ser el elegido: "Si al final del programa, no tengo la cita (sin testigos), el próximo día no vuelvo", sentenciaba un molesto pretendiente, finalmente accedió a tenerla (la normal) mientras se fundía en un cariñoso abrazo con Marina. Y llegó la noche. Marina tenía todo preparado para estar con él, hasta le preparó una deliciosa cena: un poco de paté y una rica ensalada (era lo que había). Eso sí le ha reprochado la actitud que ha tenido en plató: todo ha sido una "guerra de orgullos", "sois muy cabezones los dos", ha asegurado. Y para suavizar el tema y llegar a una reconciliación, le pidió una cosa: "Para que veas que me importas por qué no te quedas a dormir", le soltó la tronista a la espera de un sí. Sin embargo, se ha encontrado con un no rotundo, de esos que duelen. "Si hubiese ocurrido en otras circunstancias, me hubiese quedado pero...", le ha contestado, y es que "no tengo ni cuerpo ni ganas", ha añadido Santana.
"Me quiero ir", ha asegurado Marina, y antes de derrumbarse delante de él, se ha ido corriendo. Una vez sola, se ha roto, y entre lágrimas ha pedido irse a su casa, "no puedo arrastrarme más". Así es como se ha sentido Marina al ver que una vez más Santana se ha negado a estar con ella a solas.