Un encuentro con Toño pone en peligro el trono de Ainhoa
La tronista tenía algo que contar y nada más entrar, se puso en medio del plató para decirlo. Ainhoa había tenido un bolo en un pueblo cercano a Alicante y había estado hablando con Toño. Según la primera versión que conocimos de los hechos, ella no sabía que Toño iba a estar en esa discoteca, sino no hubiera ido. Pero cuando llegó los amigos del ex tronista le dijeron que Toño estaba en la parte trasera de la discoteca metido en un coche con los cristales tintados. La tronista no quería tener problemas y no quiso verle, pero sus amigos insistieron en que Toño estaba muy afectado por su ruptura y a Ainhoa se le ablandó el corazón y accedió a verle un momento.
El encuentro se produjo cuando la discoteca ya había cerrado al público, pero ellos no estaban solos. Según Ainhoa, hablaron unos minutos y ella se encontró con un Toño mucho más entero que había aceptado que ya no podían estar juntos. Minutos después, Ainhoa y su amiga se despidieron de Toño y del personal de la discoteca, y se marcharon a su hostal.
Ainhoa estaba segurísima de que no había hecho nada malo y había decidido contarlo antes de que alguien llegara con otra versión que no era cierta. Sus pretendientes parecieron entender lo sucedido, pero Emma y los asesores no paraban de insistirla en que si lo que había contado era lo único que había sucedido. Ainhoa aseguró que eso era todo y que estaba muy tranquila porque no había hecho otra cosa que hablar con su ex unos minutos.
Pero como viene siendo habitual en el programa, había alguien que tenía otra versión de lo sucedido. En este caso, Rafa Mora tenía la versión ampliada de la historia. Con todo el dolor de su corazón porque sabe que Ainhoa es muy buena chica, Rafa entró en el plató y contó lo que a la tronista se le había olvidado contar. Según el colaborador Ainhoa y Toño no se despidieron en la discoteca, sino que Ainhoa y su amiga se subieron en un coche con Toño y su amigo rumbo al hostal.
La tronista no lo negó. Según Ainhoa, el trabajador de la discoteca que las tenía que acercar hasta el hostal había ingerido alcohol y no podía conducir, así que el dueño del local que no tenía forma de acercarlas hasta su hostal, les pidió que se subieran al coche del amigo de Toño, en el que también iba éste. Ainhoa contó que era un trayecto de 3 minutos en coche y que no se dirigieron la palabra. Después Toño se marchó y ella y su amiga se fueron a la habitación a dormir.
La historia también parecía cierta pero si no había pasado nada ¿Por qué no lo había contado desde el principio? Ainhoa había mentido y eso sembraba la duda sobre la veracidad del resto de la historia. Sus pretendientes ya no estaban tan seguros de que la tronista no hubiera hecho algo más con su ex novio. Ainhoa muy nerviosa aseguraba una y otra vez que no había pasado nada. Incluso, le pidió a Rafa que hablara con su socio para que este le contara que media hora después de que sucediera esto, tuvo que ir al hostal y las despertó a ella y a su amiga. También quiso que llamaran a Toño: “Si ha pasado algo él lo va a contar”, aseguraba.
Toño entró por teléfono y contó la misma historia que acababa de contar Ainhoa. Una historia tan parecida, que también se le olvidó mencionar el pequeño detalle de que había llevado a Ainhoa hasta su hostal. Los dos ocultaban la misma parte de la historia y Emma se empezaba a enfadar mucho. Toño aseguraba que si hubiera dicho eso, la gente es muy mal pensada y hubieran llegado a la conclusión de que había pasado algo entre ellos. “Qué más me gustaría a mí que hubiera pasado algo, pero no pasó nada. Ella no quería ni hablar conmigo y yo insistí, ni su amiga quería verme. Pero yo la tenía a 20 km de distancia cuando normalmente está a 500 km y no pude resistirme a no ir”.
Seguramente no había pasado nada entre ellos pero Ainhoa había mentido. Ella aseguraba que no le había dado importancia a ese detalle porque no había pasado nada y habían sido solo tres minutos, que habló con Toño porque aunque no quiera volver con él, le dio pena y no quiere verle mal. Pero se había saltado una de las normas del programa y Emma le pidió que saliera del plató.
Minutos más tardes y con lágrimas en los ojos, Ainhoa volvió a entrar. Pidió perdón por haber cometido el error de no contar toda la verdad y volvió a asegurar que no había pasado nada entre ella y Toño. En esta ocasión, la dirección del programa decidió que fueran sus pretendientes los que la dieran una nueva oportunidad o la echaran del trono. Jesús y Eric estaban convencidos de que su confianza en Ainhoa ya no iba a ser la misma pero decidieron darle una nueva oportunidad. Sin embargo, Santana se lo tuvo que pensar un poco más. Ainhoa le dijo que ella había confiado en él cuando habían salido confidencias suyas, y el pretendiente también decidió confiar en ella. Ninguno parecía muy afectado por lo sucedido y tuvieron su particular reacción de críticas.
Pero fuera había otros tres chicos que querían conocer a Ainhoa y también tenían algo que decir. En realidad dijeron poco excepto Cristian, un amigo de Ainhoa que dejó claro que ella no estaba en disposición de expulsar a nadie, sino más bien al contrario. Un pretendiente con las ideas claras que no dudó en decirle a Ainhoa las cosas como son.
