Ante esta situación, Emma ha querido ser sincera con Jesús y le ha contado que cuando llegó al programa le hacía muchísima gracia, pero que ahora tenía la sensación de que había perdido toda la gracia y se había apoderado de él la mala leche. Jesús ha intentado justificar su actuación por las circunstancias, pero Labrador no ha soportado ni un minuto más y se ha puesto en pie para recriminarle que siempre hace lo mismo, hace daño y luego se limita a pedir perdón, pero que cree que lo hace con intención.