El plató se había puesto en pie de alegría al saber que Iván se convertía en el tercer tronista de la temporada, pero Cristina se ha quedado muy seria y ha asegurado que le parecía ridículo. Iván se ha quedado a cuadros y todo el mundo ha querido saber por qué decía algo así, pero ella no estaba dispuesta a desvelar lo que le estaba pasando por la cabeza. Nadie entendía que ella pudiera cambiar de opinión, hubiera cambiado a Iván por Joni y que no le pareciera bien que Iván tuviera la oportunidad de volver a intentar enamorarse en el trono. Iván ha querido hablar con ella, pero ha sido imposible porque ella ya no quería escuchar ni una sola palabra del hombre que le había hecho luchar con su hermana.