Julen llegó a su cita con Alba con la intención de solucionar las cosas, pero se encontró con una Alba destrozada que ya no tenía fuerzas para seguir luchando por él. El tronista intentó que Alba entendiera que a él le asustaba que no fueran capaces de solucionar sus problemas hablando, pero a los pocos minutos se encontró con una pretendienta de nuevo alterada, que abandonó la cita para no volver a chillarle. Julen tiene claro que a él le pueden hablar mal un par de veces, pero que fuera no lo va a permitir y que cuando estén juntos y tengan un problema, no van a ser capaces de solucionarlo. Julen no sabía cómo afrontar la situación y cuando Alba regreso a la cita, él se marchó dando un portazo.