Yera ha aguantado las críticas de sus pretendientas durante buena parte del programa, pero finalmente ha roto a llorar y ha dejado fluir sus verdaderos sentimientos.

El tronista llevaba una coraza para impedir que le hiciesen daño y por fin se la ha quitado para dejarnos conocerle tal y cómo es: "Lo he pasado muy mal y no quería contarlo, pero lo he pasado muy mal. Esto no lo sabe nadie porque nunca lo he contado, pero tuve una relación que duró tres años y en la que lo pasé muy mal", ha comenzado a relatar entre lágrimas.

"Se acabó hace un año y nunca hubo nada bueno, pero yo seguía detrás de ella. Entré aquí porque necesitaba salir del bucle en el que me encontraba y darme cuenta de que hay más gente que puede aportarme algo. No solo se portó mal conmigo, también con mi familia. Tengo miedo que me pueda volver a pasar algo así", nos ha contado Yera haciendo pública por primera vez su historia más dolorosa.