Cuando en un Mundial empiezan las rondas eliminatorias, es otro campeonato. Y equipos de la experiencia de Brasil lo saben como nadie... y lo demuestran, más aún si tienen un entrenador como Dunga, que cambia el 'jogo bonito' brasileño por los resultados (que consigue). Así, Brasil ha arrollado hoy a Chile (3-0) en un partido en el que ha mostrado su contundencia.
Durante la primera hora el partido estuvo igualado, con Chile corriendo y presionando, aunque realmente ninguno de los dos tuvo ocasiones peligrosas. Ya en el 27', el colegiado se comió un penalty sobre Lucio. Cinco minutos después, Juan (que hizo un gran partido liderando la zaga canarinha) se elevó de forma espectacular y remató a la red un córner botado por Maicon. Cuatro minutos después, un balonazo para despejar de la defensa de Brasil lo lucha Luis Fabiano de cabeza y el balón le llega a Robinho por la izquierda. El ex-madridista, que se ha marcado un partidazo, puso la directa y sirvió al centro para Kaká quién, con mucha calidad sirvió de primeras (de lo contrario hubiera sido fuera de juego) para que Luis Fabiano, con 'arte sevillano', regatease al guardameta y finiquitara el partido.
Porque a partir de ahí Chile (y el resto de selecciones que siguen en el Mundial) fue consciente de que este Brasil va en serio, que el 'jogo bonito' está al servicio de la contundencia en cuanto a efectividad. Y si Robinho, Luis Fabiano, Dani Alves (que hoy sí ha sido titular, de volante derecho, y ha jugado un gran partido), Kaká, Maicon, Julio César, etc. están centrados en lo que les pide Dunga en lugar de en individualidades, este Brasil presenta su candidatura al hexacampeonato. Robinho puso la guinda a su gran partido con un genial toque en el 58' que puso la mente de todos los brasileños en el auténtico partidazo con el que se abrirán los cuartos de final del Mundial: el viernes a las 16h00, Holanda-Brasil por un hueco en la semifinal frente a Uruguay o Ghana.