Dispuesto a vivir una aventura única y a que a su amigo Salcedo se le quitara el miedo a las alturas, Omar Montes aprovecha su viaje a Estepona para practicar parasailing con sus colegas. Sin embargo, lo que parecía una aventura divertida acabó siendo un momento terrorífico… ¡Qué mareo!
Haciéndose el chulito y casi vacilando a su amigo Salcedo, Omar Montes le retó a subirse al paracaídas y sentir lo que sienten los hombres al volar sobre el mar. Sin embargo, la aventura terminó dándose la vuelta. “El primer tirón es como cuando te están sacando del vientre materno y ves la vida real”, aseguraba Omar al estar ya en el aire y sentir que si se caían lo hacían desde unos 200 metros de altura.
Los primeros minutos parecían no ser para tanto, a Salcedo se le quitó el miedo e podemos decir que lo estaba disfrutando. Sin embargo, el señor de la lancha decidió darle un poco de emoción al asunto y la cosa se complicó. Omar y Salcedo aguantaron los primeros tirones y subes y bajas como pudieron, pero en el momento que sus estómagos comenzaron a revolverse intentaron que les bajaran de allí fuera como fuese. Hasta Salcedo fingió un desmayo, pero no hubo forma.
“El parasailing y un guantazo, la mejor medicina que hay”, Omar Montes ha tenido claro que después de tal “morisón”, no se vuelve a subir a un paracaídas nunca.