Las Salazar disfrutan de unas vacaciones en Islantilla, donde viva Loly, hermana de Raquel. Allí, se encontraban las tres tomando algo en un chiringuito cuando ha surgido la polémica. La familia ha repasado la lista que tenían que llevar a cabo para cumplir con los objetivos de la terapia familiar cuando se han encontrado con un dilema, el de perdonar.
Raquel estaba continuamente excusando a su hija Raquelita después de haberlas dejado tiradas en este viaje terapia que tenía como fin unir de nuevo a la familia. Pero cada vez que Raquel hablaba de su hija, Noemí mutaba en su expresión, pues no le estaba sentando nada bien lo que decía su madre.
“Yo lo de perdonar no lo taches porque yo a la Raquel no le perdono que no haya venido”, han sido las incendiarias palabras de Noemí que han provocado la tensión. La Salazar ha explotado y le ha recordado a su madre que Raquelita nunca está a su lado, sino que es ella la que siempre está presente, para lo bueno y también para lo malo.
“Lo estoy pasando mal y tú estás siempre con lo de Raquelita. Pareces la hija y yo la madre y ahora necesito un poco de apoyo porque lo estoy pasando mal (se refiere a la pérdida de su bebé). Estoy harta de hacer cosas por la gente cuando luego no hacen cosas por mí”, ha expresado, tremendamente dolida.
Tras esto, madre e hija se han desahogado por separado. Noemí ha llamado a su hermana para perdonarla, le ha contado lo que ha ocurrido y se ha quejado de lo absorbente que su madre. Por su parte, Raquel le cuenta a Loly que las palabras de su hija le han hecho mucho daño y ha roto a llorar al recordar a su madre fallecida: “No deberíamos haber venido, esto ha sido un fracaso total”, se lamenta.