A pesar del brote psicótico de Toby, los Salazar han decidido premiar a su mascota con un corte de pelo en una de las mejores peluquerías caninas, algo que va a destapar el complejo hasta ahora desconocido de Carlos. Al patriarca de la familia no le gusta tener poco pelo y decide plantearle un trato a su mujer: si ella diseña el vestuario para el Orgullo Gay, él se hace injertos capilares.