La única manera que tiene Marco de quitarse de encima a Aurelio es colaborando con la policía. Además el narco le ha dejado claro que él es suyo, le pertenece y va a hacer siempre lo que le pida: ahora tiene que hacerle una nueva embarcación porque Arboleda le ha confiado la exclusiva de la droga para Europa. Por eso le necesita.
“No le puedo fallar a Arboleda. Va a ser el último trabajo que le haga”, le explica Aurelio a Marco mientras pasean por la playa. Pero no lo puede hacer sin el mecánico, “por eso aún sigues vivo”, le explica el narco.
La policía le pide a Marco que sea él quien lleve la embarcación, tienen que exponer a los narcos… así va a ser la única manera para poder pillarles. Como el mecánico se ha ganado la confianza, le propone ser él el piloto. Aurelio acepta, pero le dirás las coordenadas en su momento, él solo tiene que estar en el mar. Después recibirá una llamada, con una clave.
Marco recibe esa llamada en altamar. Lo tiene casi. Solo tiene que llegar la policía y detenerlos. Cuando asaltan la embarcación, Aurelio se esconde…