Después de su viaje a Málaga, la policía le pide que vuelva al Servicio Central Operativo, tiene que contarles lo que ha descubierto en España. Marco les relata que ha conocido a varios hombres del cártel de la droga, y entre ellos a su jefe. Rosa le pregunta quién es, el mecánico señala al chófer. Es Aurelio Vizcaíno.
Marco pensaba que hasta ahí era su colaboración con la policía, pero estaba equivocado. Le vuelven pedir que siga colaborando con ellos. El reloj, esto significa que “le consideran uno de los suyos”, le explica Rosa a Marco. La única manera que tiene de salir de esta, es ayudarles a atrapar al clan.
Ahora estos narcotraficantes serían capaces de cualquier cosa con tal de que Marco siga trabajando con ellos, le necesitan y necesitan sus embarcaciones. Marco sale muy enfadado de la SCO, él pensaba que ahí iba a quedar todo, en cambio parece que no iba a ser así. Ahora podría estar en peligro. Muye enfadado se marcha, y Mario le explica que lo que ha hecho él en unos días es mucho más de lo que la policía ha podido hacer en años de investigación.