¿Cómo terminará el 1 de octubre? Josep Borrell no lo sabe, pero aventura que con un sentimiento: frustración. En su opinión, el discurso independentista vende que todo “serán ventajas” y que no habrá costes y añade: “Cuando vena que no es así, habrá la lógica frustración en buena parte de la gente que se lo haya creído”. Además, ha apuntada que esta situación solo tiene una salida: “Negociación y diálogo”.