Marina es enfermera y compañera de Teresa, la auxiliar contagiada por el virus del ébola. Afirma que el personal está bien formado en su trabajo pero este virus “es desconocido”. Añadía que quieren mejorar la situación, que ha habido nuevos cursos, pero aún no es suficiente: “Necesitarían más días, en otros países así lo hacen, en el tercer mundo se está haciendo mejor que aquí”.