Entrevistamos a Fernando Pérez, uno de los más prestigiosos veterinarios de nuestro país y fuera de él

Los seguidores de IUMIUKY ya conocéis a Fernando Pérez Marcos, nuestro protagonista de la sección Hospital Veterinario. Fernando siempre aparece enfundado en su vestimenta quirúrgica y con el rostro tenso, propio de quien tiene en sus manos la salud de un ser vivo. Hoy nos acercamos al Fernando persona para conocerle un poco mejor.

Respuesta: Se puede decir que desde que nací. Mi infancia estuvo muy unida al mundo rural, en un pueblo muy humilde llamado Villoria de Órbigo. Desde pequeño el binomio hombre y animal doméstico se introdujo en mi ADN. Mi tío Esteban, agricultor y ganadero, fue un referente para mí en como entregaba su vida en la atención de sus animales: caballos, vacas, cerdos. El trabajo diario con ellos me resultaba ya emocionante. Tuve el honor de coger un arado tirado por su mula y sentir esa unión en el esfuerzo con el animal, "morder el polvo", trillar, conocer las tareas de los agricultores y ganaderos me marcaron e impregnaron mi carácter. De niño decía que quería ser veterinario y así fue, cursé estudios en la que en esos años era la mejor y más acreditada facultad de veterinaria en León, fueron años increíbles de estudio y de descubrimiento de la verdadera dimensión de ser veterinario. Además de disfrutar de los más reconocidos catedráticos que no hacían más que acrecentar cada día más y más en mí las ansias del saber médico, por esas épocas la relación entre medicina y veterinaria, la investigación conjunta de técnicas diversas que poníamos apunto médicos y veterinarios codo con codo marcarían mi camino. Entendí que medicina y veterinaria eran dos caras de una misma moneda: la salud. Continué mi formación como veterinario en el ejército, 1meses realizando tareas muy diversas, desde la inspección de alimentos, saneamiento de instalaciones, atención a perros de la policía militar, fue reconocido mi servicio por los mandos militares de la zona y para mí un orgullo. En la vida civil me especialicé en oftalmología, traumatología y neurocirugía. Empecé a trabajar en Clínica Veterinaria Retiro (embrión de lo que es ahora mi centro HOSPITAL VETERINARIO RETIRO) como veterinario especialista y haciendo urgencias, con sacrificio y dedicación entré como socio de un proyecto llamado Hospital Veterinario Retiro que con el paso de los años se ha convertido en un referente en la atención veterinaria de primer nivel.

R: La relación entre propietarios y mascotas en general ha evolucionado muy positivamente. Hoy el animal de compañía es uno más de la familia, hace 25 años había todavía muchas excepciones, incultura, falta de sensibilidad hacia el perro ó gato ya no digamos frente a otros animales. Pude constatar esa diferencia entre Europa y España que hoy ya no existe gracias en parte al trabajo diario del sector veterinario y los medios de comunicación. En estos tiempos de pandemia la importancia que han tenido nuestras mascotas en la ayuda psicológica a miles de personas ha sido fundamental. Hoy y ya para siempre son uno más de nuestra familia, perros, gatos, animales exóticos, caballos y me atrevería a decir todos los animales del mundo.

R: Aunque suene a tópico todos son especiales. Todos los días, cuando ves la historia que existe detrás de cada paciente, sus familias, niños, ancianos que sólo tienen a su compañero, hacen que cada caso sea especial. Siempre digo que me pongo una armadura para protegerme el corazón, aunque esa armadura está llena de orificios directos al corazón. Te contaré algún caso, como ese perro de ayuda a un niño autista que se quedó paralítico y era esencial en la terapia del niño. Le hice andar y volvió a ayudar a su compañero, a hacerle reír. La mirada del niño fue mi mejor premio. Hacer feliz a esas familias te reconforta, diría que es una adicción, por eso cada caso para mí es especial.

R: Resumiendo es: tratar a los animales con respeto. Respeto a su salud, respeto a su alimentación, respeto a su cuidado, a su manejo, que no es que humanicemos a los animales. Es RESPETAR con mayúsculas, mimar sus condiciones de vida cuando estén a nuestro cuidado, velar por la ausencia de dolor y enfermedad. Todo esto forma parte del ADN de los veterinarios y auxiliares que entregan su vida por ello. Bienestar animal es acompañarles dignamente y sin sufrimiento al final del camino. Se habla de ello porque a veces surgen algunas excepciones y hoy en día no tiene ninguna justificación.

R: El día a día de mi hospital es apasionante. Cada día es diferente y siempre es una montaña rusa de emociones, retos y sensaciones. Cada día los pacientes y casos son diferentes. El centro, por su experiencia y prestigio, es destino de peregrinaje de propietarios con historias difíciles que nos ponen a prueba cada día. Yo digo que es como una escudería de Formula 1, todo el equipo debe de estar entrenado y listo para correr la carrera, sino te sales de la pista,. Genera adicción, me apasiona y me genera a la vez una tremenda responsabilidad. Solemos empezar el día revisando a los hospitalizados y con las cirugía programadas, por la tarde consultas y pruebas de diagnóstico. Siempre hay algún caso que exige que todo el personal esté a su máximo nivel, por eso debemos estar entrenados y al 100%.

R: Pues sí, estamos trabajando en innovaciones técnicas que luego se harán más extensibles al sector veterinario. Somos pioneros en terapia regenerativa, y aplicación de biomateriales. Además en breve inauguraremos el VET NUTRITION CENTER-MADRID, un centro especializado en nutrición animal y patología digestiva, porque alimentar es diferente que echar pienso a nuestras mascotas. Pretendemos formar e informar a propietarios y veterinarios ya que la nutrición es parte del bienestar animal y de su tratamiento- Yo digo que alimentamos emociones. Será un centro de innovación y un aula abierta de formación y divulgación de ciencia veterinaria de primer nivel e innovación. No nos aburrimos.

Así es Fernando Pérez, uno de los más prestigiosos veterinarios a nivel nacional e internacional que aún mantiene la viva e inquieta mirada de aquel chaval de León que siempre tuvo claro cual sería su profesión y su misión en la vida.