A prueba de recesiones

House no es amigo de fiestas, y menos de galas benéficas. Esta vez tendrá que decidirse porque es a Cuddy a la que le entregarán un premio, aunque el doctor buscará cualquier excusa para evitar asistir.

Mientras tanto, el caso que llegará a House y a su equipo será más complicado de lo que parece. Un promotor inmobiliario arruinado será su nuevo paciente. El hombre presentará reacciones alérgicas severas y sus órganos empezarán a fallar. El equipo de House trabajará a contrarreloj para hallar la causa de estos síntomas, pero el paciente entrará en coma.

Este caso hará que House se replantee su relación con Cuddy. Cree que desde que está enamorado y es feliz se ha convertido en peor médico.

Por otra parte, la convivencia bajo el mismo techo entre Foreman y Taub parece ir sobre ruedas. Pero una desafortunada cena cocinada por Taub dará al traste toda su relación.