Las víctimas del aceite de colza encerradas en El Prado, dispuestas al "descanso eterno": "Teníamos diferentes pastillas, unas eran placebo y otras no"

Un grupo de víctimas del aceite de colza se encerró el pasado 19 de octubre en el Museo del Prado con la intención de "retransmitir en directo su descanso eterno", y si no se atendían a sus demandas, "en seis horas empezarían a ingerir pastillas".

A través de un comunicado en las redes de la Plataforma Síndrome Tóxico: Seguimos Viviendo, reclamaban al presidente del Gobierno que convocara un encuentro antes de que termine el mes de octubre. Además pedían la presencia de un mediador que conozca la situación del caso SAT en la Unión Europea.

'Horizonte' ha invitado a Carmen Cortés y Miguel Ángel Sánchez, víctimas y miembros de esta plataforma para conocer por qué habían hecho este encierro y a qué estaban dispuestos en la sala de Las Meninas.

"Descanso eterno"

"17.000 víctimas todavía viven estas graves secuelas", ha asegurado Miguel Ángel Sánchez, "es el dolor de no reconocer". Se sienten abandonados por las instituciones y en 40 años desde esta tragedia ningún Gobierno les ha hecho caso.

Iker Jiménez ha querido saber a qué estaban dispuestos en el Museo del Prado, "al descanso eterno, elegimos muy bien esta frase, el descanso eterno, porque estamos cansados de luchar, pelear, queremos descansar", ha explicado Carmen Cortés.

"Queríamos llegar a poder descansar y estábamos convencidos de que llegaríamos a la sensibilidad del Estado y no tendríamos que ingerir más que la primera pastilla", ha contado la víctima del aceite de colza, "teníamos preparadas diferentes pastillas, unas eran placebo y otras no", ha destacado.