Paco era un hombre trabajador. La suerte le hizo ganar 6 millones y medio de euros, pero decidió seguir trabajando. Según cuenta, el banco se deshizo de su suerte aprovechándose de sus debilidades: "nunca he ido al colegio, no sabía lo que firmaba, ¡si no sé leer!". Ha venido a contarnos los detalles de un premio fugaz que le ha costado incluso la enemistad con sus hijos.