Menos las rastas, a Isabel le estaba encantado todo de Laso. Su camisa, su profesión, su libertad sexual… Estaba tan cómoda con él y tan deseosa de probar cosas nuevas que no ha dudado en hablar de sexo, contarle lo que mejor se le da, los fallos que comete y todo lo que estaba empezando a descubrir. Isabel es una chica muy curiosa que ha comenzado a descubrir un mundo que le apasiona.