Ni bajito ni de izquierdas ni hippie, José Antonio no cumplía con ninguno de los requisitos que Carla pedía en un chico, pero el joven ha necesitado tan solo unos minutos para conseguir dejarla muda y despertar su curiosidad. Sí, la cosa va de pendientes y de partes delicadas.
Entre Carla y José Antonio ha surgido una conexión especial que les ha llevado a sentirse muy cómodos durante toda la cita. Tanto que no han dudado en hablar de sexo con total naturalidad. Eso sí, lo de las relaciones abiertas no es para José Antonio y lo ha dejado claro antes de pedirle perdón a su madre por hablar de cosas íntimas.
Ambos han estado de acuerdo en que les encanta proporcionar placer a la otra persona y que también les gusta recibir. Hablando de sexo, Carla se ha interesado por los piercings de su cita y él le ha confesado que el primero se lo hizo en los testículos cuando tenía 16 años para que su madre no se lo viera. Lo que el joven no esperaba es sufrir una caída con un golpe en el pendiente. Una dolorosa historia que ha llevado a Carla a llevarse las manos a la cabeza. Y menos mal, que José Antonio optó por el plan B “La primera opción era el príncipe Alberto”.