Dos solteros de ‘First Dates’ se juegan una segunda cita al ajedrez: “Si pierdes, no repetimos”

Anush ‘Ana’ es ajedrecista, tiene una escuela de ajedrez y también es consultora de belleza. Comenzó a jugar a los 7 años y se convirtió en profesional “mi padre jugaba mucho en casa y no me dejaba, y eso me creo mucha curiosidad”. Le gustan los chicos guapos, pero “no tontos”. Si tiene que elegir a su cita en 'First Dates' le gustaría que fuera un tipo ordenado, estructurado, que se cuide y con las ideas claras. Lo que no sabe es si será mejor que ella jugando al ajedrez o no.

Edgar, su cita, es un tipo simpático “un poco payaso” y con gran sentido del humor. Le gusta el ajedrez, pero también, otro tipo de juegos de mesa. Se ha pedido un agua con gas y a Ana, le ha parecido “más o menos guapo”. Ella le ha dicho que era de Armenia, pero que vivía en Valencia, lugar dónde él también está viviendo. La cita ha comenzado con ganas porque Edgar también ha visto al tipo de chica que le gusta.

Ana no desvela la edad que tiene a su cita: “¿Es obligatorio?”

Edgar ha querido saber cuántos años llevaba Ana en España y ella le ha dicho que 20, pero cuando le ha preguntado por su edad, ella le ha soltado un “¿Es obligatorio?”. Él le ha dicho que tenía 46 y ha querido saber si ella le había echado menos, pero Ana le ha dicho que no había pensado en su edad “la edad está en el pensamiento para mí”.

La soltera ha querido saber si Edgar jugaba al ajedrez y al saber que sí, le ha dicho que no le sorprendía porque le estaba pareciendo un tipo muy de números. Él estaba viendo a una chica que no iba a poder conocer en una primera cita. La soltera le ha contado que organizaba partidas de ajedrez y que ella no jugaba si no tenía un rival más fuerte que ella, y le ha propuesto una partida.

Ana siente que a su cita le falta alegría: “Eres muy frío”

Ana ha querido saber si su cita era romántico y Edgar le ha dicho que más bien no. Ella no sabe si es romántica o no, pero Edgar ha tenido la sensación de que buscaba a un chico que le abriera la puerta y la dejara pasar. La conversación estaba siendo muy seria y ella le dicho que necesitaba a alguien más romántico, pero Edgar ha intentado ponerle sentido del humor a la situación y decirle que también se necesitaban personas frías.

En el reservado, los solteros han jugado su deseada partida de ajedrez y Ana le ha dejado claro que si no la ganaba no iban a tener una segunda cita. Él ha aceptado el reto y ha sentido que no iban a repetir porque le iba a ganar y ella le ha dicho que era un error “hay infinitas posibilidades de que ganes la partida”, y ha tenido la sensación de que no era el líder que estaba buscando.

Edgar ha comprobado que Ana era mejor que él jugando y no ha dudado en aceptar un empate cuando ella se lo ha ofrecido “¿lo dejamos en tablas?”. Eso sí, no esperaba que le diera el motivo que le ha dado “no me gusta ganar a los débiles”.

En el momento de la decisión final, ella le ha dicho que se lo había pasado súper, pero cuando él le ha dicho que sí quería repetir, ha sentido que la cosa no iba bien y le ha explicado que podían volver a jugar al ajedrez, pero que no había sentido conexión para tener una segunda cita de pareja.