Lola alucina al hablar de epigenética en ‘First Dates’: “No imaginaba a alguien con esa sabiduría aquí”

Climent o Clemente, es una persona socrática “una persona que sabe mucho, pero que sabe que tiene que saber mucho más”. Carlos Sobera le ha calificado como “un poco friki del conocimiento” y no se ha equivocado. A Climent le apasiona leer y, sobre todo, historia. Lleva soltero desde que tuvo un accidente de moto “cambio mi cuerpo por completo, a partir de esa fecha me siento mayor”. Asegura que no liga porque no tiene el don de la palabra y no le interesa ligar “me interesa una relación, conocer a una persona”.

Dolores, Lola, su cita, es una mujer que tiene la sensación de que todos somos hiperactivos “nadie acaba un libro, disfrútalo, disfruta de una puesta de sol”. Al ver a Climent, ha sentido que su cita parecía “Woody Allen” y le ha soltado un “¿Extranjero?” sin esperarse un “sí, de España”. El soltero le ha contado que su madre también parecía extrajera y que había nacido en Mallorca, lugar en el que ella también había estado viviendo.

Mientras degustaban la cena, Lola le ha contado que llevaba muchos en Sevilla, pero que ella era castellana. Al comenzar a ver la sabiduría de Climent, ha sentido que podía ser un poco “pitagorín”, pero la conversación le estaba resultando interesantísima. De hecho, ha alucinado al saber que una de sus tías era una gran poetisa de Almería y que tenía un instituto que llevaba su nombre.

Climent le ha dicho que ahora estaba muy interesado en la influencia de los alimentos en las enfermedades y en la influencia de la economía en las personas, Lola ha querido saber más y han terminado hablando de epigenética. La soltera estaba impactada porque no se podía imaginar que en ‘First Dates’ iba a encontrar un hombre con tal sabiduría.

El soltero ha bromeado con que la política es la mejor profesión del mundo “los políticos son como los pañales, cada cierto tiempo hay que cambiarlos por el mismo motivo”. Lola no paraba de sorprenderse porque el soltero le ha contado que la mayoría de los colegios de Cataluña tenían el nombre de su abuelo en algún sitio y que su abuela también era poetisa.

En el fotomatón, el soltero ha intentado soltarse un poco y le ha dicho a su cita que era muy guapa, pero ha esperado hasta saber que ella quería seguirle conociendo para decirle que la quería seguir descubriendo, escuchando y tocando. Un detallito que a Lola le ha sacado una sonrisa.