Olga y Juan no encuentran un hueco para su amor: “Tenemos ritmos de vida distintos”

Olga es una persona con mucha paciencia y aunque parezca seria, no lo es en absoluto. Le gusta mucho leer, pasear con sus perros y a veces, se siente un poco sola, pero normalmente suele entretenerse con cualquier detalle “aunque sea me meto en un chino y compro algo que no me vale para nada, pero cambio el chip”. Se siente ya muy mayor para convivir con nadie y prefiere una relación con más independencia. Si tiene que pedir le gustaría que su cita fuera un hombre cariñoso, aseado, limpio y buena gente.

Juan, su cita, cuida mucho su alimentación y hace mucho deporte “hago mínimo dos horas diarias de lunes a viernes”. Al verle, Olga ha sentido que era “de momento, muy bajito”, algo con lo que ella no puede “me siento que los llevo al colegio”. Han comenzado la conversación hablando de sus profesiones y él le ha dicho que tenía un bar y mucho trabajo. El soltero se ha llevado una alegría porque Olga era el tipo de mujer que le podía gustar.

Ya en la mesa, Olga le ha contado que se quedó viuda con 36 años y dos hijos, en ese momento era muy dependiente de su marido y lo pasó fatal, pero ya es otra persona. Ha tenido dos relaciones después, pero no le han ido bien. La última le dijo que estaba divorciado y era mentira “me enamoré mucho y lo pasé fatal porque encima me dejó por WhatsApp cuando conoció a otra”.

Juan se ha casado dos veces y ha tenido dos hijos en cada matrimonio, pero desde hace dos años vuelve a estar soltero. No pierde la esperanza de volver a enamorarse e incluso, casarse “No hay dos sin tres”. El soltero se ha interesado por las aficiones de Olga y ella le ha dicho que dedicaba mucho tiempo a sus perritas. Él no tiene animales porque no tiene casi tiempo libre. Eso sí, siempre saca un rato para el gimnasio.

Olga hace un poco de todo, ha practicado yoga, ha dado clases de flamenco, salsa, castañuelas… pero él le ha dicho que el baile no es lo suyo. Ella ha sentido que no le gustaba casi nada porque no lo había probado. De hecho, Juan no descarta apuntarse al baile, pero ahora tiene que atender su negocio y sus dos hijos pequeños que todavía viven con él.

La soltera ha visto la vida de Juan un poquito aburrida y ha sentido que lo suyo no iba a funcionar. En la decisión final le ha dicho que le parecía un hombre muy guapo, pero que sentía que tenía vidas muy diferentes y que no iba a funcionar. Él le ha dado la razón porque él no tiene casi tiempo libre y ella tiene mucho.