Miguel no ve claro lo de vivir en el pueblo en ‘First Dates’: “En las casas grandes hay mucho trabajo, mejor el chalet para los fines de semana”

  • Miguel y Sergio hacen match en ‘First Dates’

  • Sergio, a su cita en ‘First Dates’: “Un beso picante es un buen morreo”

Miguel es un tipo extravagante y le gusta ir guapo y cuidarse. Eso sí, ha pedido perdón porque “soy como las mujeres y cada tres meses me baja la regla, y estoy de mal humor”. Busca a un chico similar a él y que le de todo “lo que es una pareja”.

Sergio, su cita, es un tipo muy cabezón “y no me valoro nada”. Al verle, Miguel se ha echado un poquito para atrás porque me esperaba algo “un poquito más alto, más fuerte, más hombre”, pero cuando se ha ido acercando ha ido cambiando de opinión. El soltero es de Talavera de la Reina y le ha confesado que nunca había tenido pareja. “Yo tampoco he estado con ningún hombre”, le ha contado Miguel al saberlo.

Ya en la mesa, Sergio estaba tan encantado con Miguel que ni se ha dado cuenta de la buena pinta que tenía su ensalada de quinoa. Miguel le ha contado que él era un chico muy coqueto y que le gustaba mucho arreglarse, y le ha gustado saber que su cita era más dejado. Respecto a las relaciones, Sergio le ha dicho que había estado con bastantes chicos, pero que no había sido correspondido.

Al ver que Sergio tenía el nombre de Lara tatuado en la mano, Miguel ha querido saber quién era y se ha creído que había sido su novia, pero ha respirado tranquilo al saber que era su prima porque él lleva tatuado el nombre de sus sobrinos. A Sergio le ha entrado la curiosidad de descubrir los 13 tatuajes de su cita y sin más, han comenzado a hablar de sus vidas en Madrid y han decidido que entre semana vivirían en la capital y que los findes se marcharían al pueblo.

Sergio prefiere salir en Madrid, pero a Sergio las casas grandes le agobian porque hay mucho que limpiar y prefiera el chalet solo para los fines de semana. El soltero le ha dicho que él no le iba a defraudar y que, por no ser más explícito, solo le decía que quería tener sexo en un ascensor “vamos a ser una familia como las de antes, pero del siglo XXI”.

En el reservado, los solteros se han atrevido con las bolas del amor y les ha tocado un beso picante. Miguel no sabía muy bien qué era, pero Sergio ha tenido claro era el momento de su primer morreo y ambos se han dejado llevar. Los dos se ha gustado mucho y están deseando pasar su primera semana en la ciudad y el finde en el pueblo.