Arnau y Emilio descubren que tienen un peculiar tatuaje en común: “El mito de Eros y Psique”

Arnau ha sentido que el hombre de su vida cruzaba la puerta de ‘First Dates’ y ha sentido que se acababa de enamorar de Emilio. El soltero ha ido un poquito más despacio, pero ha terminado rendido ante los encantos del experto en mitología griega. No todos los días te encuentras con un hombre con el mito de Eros y Psique tatuado en la espalda.

Arnau es un tipo muy cariñoso, muy de tocar y busca a un chico que sobre todo sea buena persona. No soporta a las personas que van cambiando de un estado a otro en todo momento. En el amor se define como “inexperto”, sus relaciones surgieron en un momento en el que él no estaba bien psicológicamente y prefirió dejarlas pasar.

Mientras que Carlos Sobera iba a recoger a su cita él ha entrado en “modo vibrador” de los nervios y al ver entrar a Emilio por la puerta, se le ha caído la baba “me he enamorado”. Emilio, su cita, es un chico que está atravesando un momento maravilloso de su vida y que lo quiere compartir con alguien.

Al ver a Arnau, Emilio también se ha llevado una buena impresión “un chico guapete, alternativo, de los que me gustan a mí” y han hablado de sus profesiones y de sus lugares de origen. Emilio es de Barcelona y Arnau de un poquito más arriba, de Figueras.

Ya sentados en la mesa, Arnau le ha confesado a Emilio que estaba un poco nervioso y ha comenzado a lanzarle piropos, algo que, en lugar de agradar al catalán, le ha echado un poco para atrás. La cosa iba demasiado rápido. Arnau le ha sacado el tema de la mitología griega que es algo que le apasiona y la cita ha comenzado a fluir, pero solo un ratito.

El soltero ha cogido la mano de Emilio para mirarle los tattoos más de cerca y eso tampoco le ha gustado mucho, pero hablando de tatuajes han encontrado una coincidencia increíble entre ellos. Arnau le ha contado que llevaba tatuado el mito de Eros y Psique y ha descubierto que Emilio también lo tenía dibujado sobre su piel.

Respecto a las relaciones, Arnau le ha contado que había tenido muy pocas y que él las denominaba “laboratorios”. De hecho, su amiga le dice que nunca había sentido celos porque no se había enamorado de verdad. Algo que a Emilio no le ha gustado porque no quiere que a él se le cierren las posibilidades. Él ha tenido relaciones cortas porque ha cambiado muchas veces de residencia y siempre eran amores con fecha de caducidad.

En el reservado, a Arnau le ha entrado la vergüencita y le ha confesado a Emilio que él es de ir muy poco a poco. Al soltero le ha parecido perfecto, pero también ha sentido que hay momentos en los que hay que lanzarse y han terminado fundidos en un tierno y dulce beso que ninguno de los dos esperaba dar.

En el momento de la decisión final, Emilio ha dicho que sí a una segunda cita y Arnau también lo ha tenido claro, su cita era el hombre “elocuente, inteligente, guapo y elegante” que venía buscando.