“Un hombre elegante, un dandi, un caballero…”, Carlos Sobera se ha deshecho en halagos al ver el sombrero y la corbata amarilla de Alfonso, un soltero al que le gusta ir siempre hecho un pincel. Nada más entrar en ‘First Dates’ le ha contado al presentador que había sido muy feliz en el amor, pero que se había dado cuenta de que era un amor comprado. Su pareja le dijo al mes que quería casarse con él para cobrar la pensión de viudedad.

Entre las cosas que más le gustan hacer está el baile y ha querido recibir a su cita bailando. Fina, su cita, es una mujer que lleva 10 años sin tener una cita con un hombre y que al entrar y ver que había un señor dándolo todo al ritmo de la música, ha alucinado. Ella no sabe bailar, pero al ver que hasta el propio Carlos Sobera se atrevía a mover las caderas, Fina ha hecho lo que ha podido.

Alfonso lo ha dado todo, todito, todo y ha sentido lo mismo que cuando sale a bailar con sus amigos “todo el mundo me mira porque un señor de mi edad se mueve más que un garbanzo en la boca de un abuelo”. Fina estaba encantada con el señor que le habían puesto, pero Alfonso ha tenido claro que su cita no era la mujer que estaba buscando. Aun así, no ha dudado en entregarle el regalo que había traído y decirle que era la rosa que iba a iluminar su cita.

Ya esperando el primer plató, Fina ha querido saber qué buscaba Alfonso y él le ha dicho que a “una mujer sencilla y elegante”, le gusta sentirse orgulloso de la mujer que lleva a su lado cuando pasea. Fina le ha dicho que ella más sencilla no podía ser y que sobre todo, era independiente, no necesita a nadie que la saque o la lleve de viaje, ella se lo hace todo. Alfonso le ha dicho a Fina una cosa y a nosotros otra. El soltero ha dejado claro que él esperaba cenar con una mujer “despampanante que no pese más de 55 kilos y está señora pesa muchos más. La estatura tampoco me va, es bajita”.

Hablando de lo rica que estaba la cena, Alfonso le ha dicho a Fina que él hacía unas paellas y una comida riquísima de hecho, le ha contado que su última pareja se ponía las botas y que llegó a engordar 5 kilos. A Fina también le gusta cocinar, nunca le ha cocinado ningún hombre y ha sentido que en ese sentido iban a chocar.

El soltero se ha quedado solo en el exterior de Fina y ha llegado a la decisión final con la sensación de que él quería algo mejor, a una mujer “más guapa”. Ella le ha sorprendido diciéndole que no quería una cita con él y que ella no buscaba un físico, sino a una persona, y que él tampoco le había entrado ni por el ojo ni por el oído.