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Antía ha venido a ‘First Dates’ en busca de un cani sin futuro y se ha encontrado con Álvaro, un chico que dejó hace tiempo de ser cani y que ha tenido que llamar a su abuela asustado, al saber que su cita busca un rollo y que no le importa que su pareja le ponga los cuernos. Lo que le ha dicho la abuela, no tiene desperdicio.
Álvaro asegura que la moda es importante para él porque es el espejo de la persona. Nada más llegar al restaurante le ha enseñado a Carlos Sobera el tatuaje que se acababa de hacer. Está empezando en el mundo del tatuaje y quería no olvidar su cita en el programa “me he tatuado un corazón con las iniciales de ‘First Dates’”. Está buscando a una chica con la que pasárselo bien y hacer todos sus planes. Eso sí, no descarta tatuarse su nombre.
Antía, su cita, ha venido a ‘First Dates’ en busca de su pareja ideal “un cani sin futuro”, le gustan los chicos que rompen la ley, que no tienen planes de futuro y que ni estudian ni trabajan. Al ver a Álvaro ha sentido que era un chico muy guapo y que le ha atraído, pero su forma de vestir le ha echado para atrás “me gusta un chico que vista más básico o rollo cani”. A él tampoco le ha gustado su estilo, le ha parecido muy básico.
Respecto a sus relaciones anteriores, Antía le ha confesado a Álvaro que solo había tenido una relación de 13 días “y los primeros 7 no sabía que estaba en pareja”. También le ha dejado claro que ella no cree en los cuernos y que, si su pareja de va con otra persona solo de forma sexual, a ella no le importa. Eso sí, no le gusta el término de relación abierto porque eso es dar pie a que te engañen.
Álvaro estaba muy sorprendido y ha tenido la sensación de que ella no le daba mucha importancia a las relaciones. Algo que ha confirmado cuando a Antía le ha entrado la risa floja al saber que su novia le dejó por su mejor amigo y con unos billetes a Paris comprados.
Antía ha querido saber si Álvaro conocía el norte de España y él le ha confesado que no mucho, pero que ahora que tiene el carné de conducir quiere moverse más. Ya ha tenido varios accidentes y va poco a poco. Ella le ha contado que de pequeña estuvo viviendo en Tenerife y a él le ha hecho mucha ilusión “tengo unos amigos que son de Tenerife y ahora vamos a Mallorca que está al lado”. La joven se ha quedado muy sorprendida “al lado, al lado” y él con mucho arte, le ha dicho “están cerquita, son dos islitas”.
El soltero ha vuelto a insistir en el tema de las relaciones y Antía le ha explicado que no sabe si valdría para tener una relación cerrada “nunca la he tenido” y que de momento, es más de rollos. Álvaro no sabía que hacer y ha ido al baño a llamar a su abuela, la persona que le ha criado y con quien más confianza tiene.
“Dime, bichito de oro… ¿Qué estás ya en el ‘Fai Dai’ ese ya?”, ha respondido la abuela de Álvaro antes de echarse las manos a la cabeza. La mujer no se ha metido en si a Antía le gustaban las relaciones abiertas o si tenía muchos piercings, pero sí se ha preocupado por lo que había comido y de dónde era, y no le ha gustado nada que se hubiera dejado el plato lleno y menos que fuera gallega “Ay, ay… Niño, niño que la gente de allí tiene muy mala follá”.
Le ha aconsejado que le dijera que él era un niño muy bueno y que su abuela le podía dar muy rico de comer. Álvaro se ha tomado con mucho humor los consejos de su abuela y le ha prometido que después de la cita le volvería a llamar.
Antía ha querido saber qué buscaba Álvaro de una relación y le ha confesado que ella estaba buscando a “un cani sin futuro”, algo que no va nada con él porque hace mucho que dejó su época cani y ahora es un chico centrado y a la moda. En el momento de la decisión final, Álvaro le ha dicho que no podría tener una relación con ella por su forma liberal de ver el amor y ella le ha dicho lo mismo.
Se han caído muy bien y si se vuelven a ver por Málaga seguro que se toman algo, pero Antía tiene que seguir buscando para encontrar a alguien que sienta las relaciones igual que ella.