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Mar es una soltera que asegura que cada día aprende algo nuevo, pero durante su cita en ‘First Dates’ más que aprender ha analizado. Roberto se ha quedado impresionado al verla y ha intentado seducirla, pero ella se ha cerrado en banda al verle y no ha encontrado nada positivo en él… ¡Vaya traje le ha cortado!
Mar es una soltera arrepentida de no haber estudiado Neurociencia por haber sido madre joven, pero asegura que es feliz siendo estilista. Cada día aprende algo “soy como un libro abierto”, le encanta hablar de genética, psiquiatría “la gente hoy en día está…”. Sabe que el chico perfecto no va a entrar por la puerta de ‘First Dates’, pero espera que le haga reír y algo le decía que iba a ser un gran día.
Roberto, su cita, es un hombre muy apañado que le encanta tener las cosas muy ordenadas y cuidadas “soy el hombre que toda mujer quiere tener en casa”. Al ver a Mar se ha quedado impresionado “me ha impactado, es el físico que cualquier hombre podría desear”. Todo lo contrario a lo que ha sentido ella “está muy rellenito, está cuadrado, no tiene forma, un chico mayor” y es que de Roberto no le ha gustado nada “la forma de vestir no me ha gustado y el corte de pelo, menos”.
Mar se ha cerrado en banda al ver a su cita y no le encontraba nada positivo “que sea administrativo no me dice mucho, si fuera empresario pues bueno, te puede ir a Turquía a ponerte pelo”.
El soltero ha querido que Mar le conociera un poquito mejor y ha comenzado a contarle que vivía solo, que no tenía hijos… Ella parecía que le estaba escuchando, pero no era así. En su mente estaba intentando saber por qué un hombre de su edad no había tenido hijos “seguro que tiene manías”, se estaba fijando en sus dientes “los tiene amarillos de fumador, no me gustan nada, eso no va conmigo” y poniendo en duda de que hubiera sido un gran deportista “seguro que no sigue mi ritmo”.
Roberto ha querido saber qué le gustaba hacer a Mar y al saber que le encantaba bailar, no ha tenido más remedio que confesarle que “de forma horizontal creo que cumplo bastante bien”, pero que en vertical era “arrítmico”. Ella le ha visto sosísimo y no le ha prestado atención a sus comentarios. Y es que ella era crítica con todo lo que él le contaba porque no le ha visto ni pinta de motero a pesar de saber que tenía “un triciclo de tres ruedas”.
No le ha influido ni saber que era un tipo romántico, Mar tenía claro que ella y Roberto “no pegamos ni con chicle” y aun así, le ha sentado mal que él no le invitara a cenar “es un tipo duro, agarrado, no es para mí”. Él ha llegado a la decisión final convencido de que eran compatibles en un 90%, pero ella le ha dejado claro que no eran compatibles en absoluto y que no quería volver a tener una cita con él.