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Judith es una mujer llena de vida que espera bailar durante muchos años más y busca a un hombre que le siga el ritmo en vertical y en horizontal. Francisco venía buscando a una mujer con la que “ser feliz” y al ver a Judith moverse al ritmo de ‘Abusadora’ se ha vuelto loquito.
Judit se define como una persona optimista y cuando trata con una persona que no lo es “la abro porque eso es contaminante”. Al entrar en el restaurante y ver a Carlos Sobera en personas ha exclamado un “¡Qué preciosidad de hombre!” y se ha ganado al presentador “Esta mujer se merece de todo” y es que “Carlos Sobera está buenísimo, está para comérselo entero”. Se define como una mujer amorosa y tierna, pero con carácter “si me dicen que una falda es corta, me la subo más”.
En el amor ha tenido varias experiencias y su última relación fue con un señor vasco con el que estuvo casada hace un año y pico. Le apasiona el mundo del baile y si su pareja no sabe bailar “yo le enseño otras cosas”. Judit tiene clarísimo lo que quiere en la vida y no ha dudado en ponerse en la mente de la gente joven que esté pensando que hace una mujer de su edad en ‘First Dates’ “Miren su abuela, su mamá, tiene ganas y tiene para raro vida sexual”.
Carlos Sobera le ha propuesto recibir a su cita bailando y ella ha aceptado. Francisco, su cita, se ha presentado como un hombre mayor que no se siente como tal. No es machista y le gusta compartir y disfrutar. El presentador le ha presentado a Judit y no le ha dado opción a que la conociera porque ha puesto la música y les ha invitado a bailar.
Al ritmo de la canción ‘Abusadora’, Judit ha demostrado que es toda una profesional del baile y Francisco no se ha quedado atrás. Con una enorme sonrisa, los dos lo han dado todo al ritmo de la música. Parecía que ellos no querían que el baile se terminara, pero Carlos Sobera les ha interrumpido para llevarles a la mesa. Judit ha puntuado el baile de Francisco con un 6, pero no le importa porque ella le puede enseñar todo lo que sabe y “en horizontal también se baila muy bien”.
Degustando el primer plato, Francisco le ha contado a Judit que tenía tres hijos, pero que actualmente vivía solo en Benidorm. Tiene un campito con animales “perros, gatos, palomas…”. A ella le ha gustado que tuviera animales, pero le ha expresado que a su edad debería disfrutar y no estar atados a nada. Él le ha dado la razón y le ha dicho que quería quedarse solo con animales que pudieran estar tiempo solos como las gallinas “les dejo comida y puedo estar una semana sin ir”.
Judit le ha pedido que le recordara su nombre y a Francisco no le ha importado porque él no se había quedado con el suyo de hecho, le ha costado bastante aprendérselo “¿Puri? ¿Judi?”. Se han gustado y todo lo que iban descubriendo les iba uniendo un poquito más. A Judith le ha encantado saber que Francisco cocina y hace todas las tareas de la casa porque si ella algo tiene claro es que “sumisa” no es y que a su edad ya no es “sirvienta ni de mis nietos”.
También le ha gustado que el soltero tuviera coche, pero que a sus 77 años se moviera por Benidorm en patinete “hay que buscar un patinete tándem, para ir uno delante y otro detrás”. Francisco le ha contado que a él le gusta viajar y estar entretenido todo el tiempo, algo que a Judith le ha encantado porque ella busca a un hombre con el que viajar, ir al cine, a la playa, “hacer cosas dentro del agua, en la arena bajo el tapete”, busca a un hombre como él .
En el fotomatón, Francisco ha intentado sin éxito besar los labios de su cita, pero han tenido un momento muy tierno y ella ha sentido que era cariñoso “le he gustado y él no me ha desagradado”. Él quiere seguir conociéndola y ella ha tenido claro que era el término perfecto “conocernos engloba toda, así que vámonos a seguir bailando”.