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Hay casi las mismas posibilidades de que te toque la lotería de que tu corazón se acelere y Cupido clave su flecha en tu corazón cuando tu cita en ‘First Dates’ cruza la puerta, pero hay veces que las cosas pasan y son muchas la veces que en el restaurante del amor hemos gritado eso de… ¡Flechazo!
El equipo de ‘First Dates’ da el 100% para conseguir que dos personas aparentemente compatibles sobre el papel se gusten, se atraigan y se enamoren, pero son muchos los pequeños detalles que lo complican. Eso sí, cuando la chispa salta a primera vista es muy, muy complicado que la cosa se tuerza.
En el caso de José y Sergio la cosa fue tan sumamente bien, que ellos no se lo podían creer, “¡Espectacular! Es increíblemente interesante”, pero es ni los amigos salían de su asombro.
Cuando Cupido toca tu corazón se te ponen de punta hasta los vellos que no tienes y sino que se lo digan a David que sintió como todo su cuerpo se erizaba al ver por primera vez a María. Ese día Lidia Torrent tuvo una intuición y se cumplió.
Antonio tuvo más probabilidades de encontrar el amor que el resto de solteros que nos visitan porque pudo elegir entre tres apuestas damas. Sin embargo, algo le dijo que Tina era la mujer que necesitaba su corazón: “Tiene un ‘portapedos’ gordito”.
Unos se fijan en el maletero y otros en la parte delantera. Mario se quedó prendado por completo de Sofía, su pelo le pareció “una locura” y toda ella, la mujer que siempre había soñado.
En ‘First Dates’ hemos tenido flechazos de altura…
... Y flechazos equivocados. El amor llamó a la puerta del corazón de Luna, pero su amado no era su cita y sí el señor de la mesa de al lado.
Si durante su cita en ‘First Dates’ de tu boca sale la palabra “flechazo” y “niños de 15 años”, es que la cosa ha ido más que bien. Y sino, que se lo digan a Lucía, quién no podía borrar la sonrisa de su cara.
Hay flechazos a primera vista y hay flechazos ideológicos. En más de una ocasión hemos visto como una cita que prometía se venía abajo al sacar el tema político, pero en el caso de Ángel y Natalia nos pudimos llegar a imaginar a Santiago Abascal con alitas y disparando las flechas del amor.