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El día en el que ‘First Dates’ ha celebrado por todo lo alto la libertad sexual de nuestros comensales, hemos conocido la terrible historia de Luna. Una comensal que sufrió un ataque que la mantuvo entre la vida y la muerte por el único motivo de querer amar a una mujer. Algo que no debería haber pasado y jamás debería volver a pasar.
Beni es una persona a la que no le gustan nada las etiquetas, pero que si la tiene que utilizar asegura ser “Persona trans, mujer, de expresión de género no binaria o incluso fluida… Soy lesbiana y me gustan las chicas a las que les gustan las chicas. Además, soy romántico afectiva, asexual”. Es gallega y desde que tenía 5 años se dio cuenta de que algo pasaba “mi nombre no lo quería poner en la libreta… Terminaba en ‘O’ y cada vez que lo escuchaba estallaba mi cabeza y luego, la ropa interior”. También se dio cuenta de que siendo hombre de definía como lesbiana y que diciendo la verdad se sentía mejor, pero hasta 2014 no pudo comenzar su proceso de cambio.
Cuando Carlos Sobera le ha preguntado por su prototipo de chica, Beni ha tenido claro que Patricia Llabrés de la Selección Española de Voleibol, le parecía muy atractiva. Ha puesto el listón muy alto. Cuando ha escuchado a Luna ha sentido curiosidad, pero cuando se ha girado para conocerla, no le ha gustado demasiado lo que ha visto. Luna es una chica lesbiana, que se define como una chica tomboy y ha llegado a ‘First Dates’ envuelta en la bandera del orgullo.
A Beni le ha gustado que le dijera que era transportista, pero que bromeara con el término “camionera” no le ha hecho tanta gracia porque ha asumido el concepto que la sociedad nos ha impuesto de lo que tiene que ser una chica camionera. A Luna le ha dolido saber que la familia de Beni no había querido saber nada de su condición sexual porque ella ha contado siempre con el apoyo de los suyos. Ha querido saber si su cita era feliz y al saber que sí, ha tenido claro que eso es lo que importa y le ha contado una historia terrible que jamás debería haber pasado “A los dieciocho añitos sufrí un ataque homófobo por mi condición de querer estar con una mujer, estoy completamente toda, toda apuñalada. En la cara ves una, es una de ellas, la pierna la tengo atravesada, en la espalda tengo otra… Me debatí entre la vida y la muerte, me amenazaron de muerte y lo pasé bastante mal, pero gracias a la familia que me ha tocado, tiramos para delante y se me fueron todos los miedos. Si hemos nacido así, vamos a luchar por ser así, tenemos que ser felices y vivir lo mejor que podamos”.
Luna le ha contado a Beni que le gustan mucho las motos “desde pequeña siempre he querido ser motera y camionera”. A Beni también le gusta el tema del motor y ha encontrado un punto en común. Sin embargo, Beni ha sentido que su cita era demasiado masculina para lo que a ella el suele atraer y al escuchar que de lectura, cero, lo ha tenido clarísimo.
A Luna le ha parecido muy interesante que Beni hubiera tenido una librería y que conociera a Rosa Montero, pero le ha confesado que no tenía ni idea de quién era “yo de lectura, cero”. Beni no podía creerlo, pero Luna ha sido totalmente sincera y leer no está entre sus aficiones. Eso sí, si le ha sonado el hombre de Jorge Bucay, y la definición que hace del amor que tanto le gusta a Beni “el amor es ese espacio que otra persona crea para que tú seas tú misma a su lado”.
Beni le ha explicado a Luna que ella es romántico afectiva asexual y que para ella el contacto físico no es necesario en una pareja. Luna se ha sorprendido mucho porque ella le da mucha importancia al sexo y ha sentido que entre ellas podría faltar la chispa y sobrar algún que otro pelo de gato.
Luna ha sido muy clara con Beni y le ha soltado un “¿Te he molado?” en la decisión final. Beni ha sido claro y le ha dicho que no, entre ellas no ha surgido la chispa y Luna ha sentido que era una pena porque le hubiera gustado tener alguna experiencia con una mujer trans.