Samuel, el vikingo de ‘First Dates’, deja sin aliento a Lidia y Matías: “Eché 9 en 12 horas”

  • Samuel arrasa por donde pasa: “Cuando voy a gusto, la lío”

  • María José se asusta al saber que Samuel es de sexo diario: “Eso a mí no me gusta”

  • Matías siente ganas de servir a Samuel su bebida en un cuerno: “Como un auténtico vikingo”

Samuel arrasa por donde pasa “cuando voy a gusto, la lío, stripteases, subirme a barras, cantar…” y en ‘First Dates’ ha entrado pisando fuerte. Matías ha sentido que un auténtico vikingo se sentaba en su barra y casi le sirve el agua en un cuerno. A Lidia Torrent le ha llamado mucho la atención su cresta rizada y ha querido saber si era natural. Samuel le ha contado que hasta hace poco tenía una melena larguísima “a lo Bisbal” y que es un tipo metalero que no “metalpaco”.

En el amor busca a una mujer que sea “viva”, pero viva en todos los aspectos. La he contado a Lidia Torrent que es un tipo apasionado y que en menos de un día “en 12 horas, nueve y porque no tenía tiempo para más”. “Nueve bocadillos”, ha soltado Matías ante la cara de asombro de Lidia Torrent y Samuel le ha puntualizado “Bocadillos de atún”. Lidia y Matías ha admirado su capacidad pulmonar y su entrega sexual. Samuel asegura que no él no es estar una hora, pero que los hecha de “20 minutos o media hora” y tiene la capacidad de seguir rápidamente.

“De buena soy tonta, con los hombres lo he dado todo… Soy muy tonta”, asegura María José, su cita en ‘First Dates’. Asegura que le gustan los hombres morenos, grandotes y que sepan de sexo “que no les tenga que enseñar yo”. La primera impresión entre ambos ha sido buena y rápidamente han comenzado a hablar de amor. A los 21 años, María José se casó con un chico árabe “le tuve que dejar porque era muy flojo” y le tuvo que mandar a Casablanca porque le descubrió que estaba tonteando con otra chica por las redes sociales.

Ya sentados en la mesa, María José le ha confesado a Samuel que no le gustaba nada la gente que conocía en aplicaciones móviles porque solo querían sexo y ella quería que la conocieran. Él le ha dicho que a él le gusta tener sexo todos los días y “me ha dejado cortada”. Ella sabe lo que puede dar en el terreno sexual, pero no le gusta hablar de ello, algo que a su cita no le importa porque tiene claro que “el sexo es el 80% de la relación, si follas mal, nada”.

Samuel le ha contado a María José que le gustaba mucho el cine y al saber que ese punto lo tenían en común ha querido saber más. Respecto a los tatuajes, ella le ha contado que tiene dos, que le han dolido muchísimo y que han conseguido que su cita comenzara a hacer aguas. Al saber que María José llevaba la mano de Fátima tatuada en la espalda “por protección”, ha sentido que era de ir todos los domingos a misa y ver la Semana Santa en la tele, algo que no va mucho con él. A ella tampoco le ha ilusionado saber que su cita tenía casi todo el cuerpo lleno de tatoos.

En un momento dado de su cita, María José y Samuel han tomado caminos distintos, pero los dos han querido seguir intentándolo hasta el final y se han contado qué esperaban de una pareja. Samuel quiere a una chica que le siga el ritmo y vaya con él al cine y ella se ha dado cuenta de que Manuel no era el hombre familiar que le iba a acompañar a casa de su madre para hacer una barbacoa los domingos.

Ella ha sentido que le había gustado porque Samuel no ha escatimado en piropos cuando le ha preguntado que qué le había parecido, pero en el momento de la decisión final, la cosa ha sido muy distinta. Ella no es la chica metalera que él estaba buscando ni él el hombre serio con el que formar una familia.