La cita entre Ángel y Sara fue un éxito desde el principio. La complicidad entre ambos se veía a distancia y los dos se lo pasaron bomba durante la cita. Uno de los momentos en sus carcajadas se escucharon por todo el restaurante fue cuando, entre medio cortado y divertido, Ángel le dijo a Sara: “No es que te esté mirando las tetas, pero es que te has manchado ahí…”. Ella hizo un comentario divertido y los dos se partieron de risa.
Mirando a cámara, los dos se sinceraron sobre sus sentimientos. “Hacía mucho tiempo que no me reía de esta manera, años”, confesó Sara. Por su parte, Ángel afirma que le ha hecho “mucha ilusión conocer a Sara. De aquí puede surgir algo, quién sabe”.
¡Las señales no pueden ser mejores!
Después de comer, nuestros dos protagonistas pasaron un rato de lo más divertido haciéndose una sesión de fotos en las escaleras del barco. Los dos posaron como auténticos profesionales y, al final, prendió la llama: ¡acabaron besándose!
Estaba claro que los dos querían continuar con la cita y, tras seguir con el acercamiento en el jacuzzi de la suite, acabaron en la cama. Allí, Sara le enseñó sus dotes como masajista a Ángel… que acabó un poco dolorido, pero encantado. “Hacía seis años que no me enamoraba de una persona y ahora estoy que no me lo creo”, reconoció Sara. ¡Acabaron durmiendo juntos!