Celeste y Juan han disfrutado de una segunda oportunidad en el crucero del amor. Sus respectivas primeras citas no fueron nada bien, pero las estrellas quisieron que ambos se encontraran justo después y que congeniaran al instante.
Tras una cena en la que siguieron acercando posturas y descubriendo la conexión cósmica que tienen, Celeste y Juan acabaron en el camarote de él. Juan, como buen joyero astrológico, se ofreció a echarle las runas a su pareja y ella aceptó encantada.
De cara a cámara, los dos hablaron por separado de cómo estaba yendo la cosa y parece que la energía no paraba de fluir. “Puedes estar con Celeste cinco horas seguidas y no te aburres nunca”, aseguraba Juan, que quería encontrar a una persona así.
Pese al buen rato que pasaron, cada uno acabó por su lado. “Bueno Juan, te voy a dejar aquí”, le dijo Celeste a su cita. Y añadió, como despedida: “Te voy a dar un beso en un sitio que me encanta y donde se lo doy solo a los que quiero mucho”. Con cariño, Celeste se acercó a Juan y le besó en la frente, dejándole la marca de sus labios pintada.