La triste historia de los últimos vecinos de Barceloneta: apuntalados y amenazados

En el mítico barrio de la ciudad condal ondea la bandera de la Barceloneta en algunos balcones, los que menos. Las han colgado los vecinos que aún resisten en sus viviendas frente a la proliferación de los pisos turísticos con los que conviven puerta a puerta. Francisco es uno de ellos, lleva toda una vida viviendo en la Barceloneta junto a su mujer pagando el único alquiler que pueden permitirse con su pensión. Ahora un inversor extranjero ha comprado su bloque de edficios y se niega a reformar los múltiples desperfectos de sus inquilinos. Su objetivo, según el propio Francisco, es echar a los vecinos para ofrecer los pisos al turismo.