Así de claro es el propietario, que justifica el elevado precio porque "es la zona lo que se paga". Un piso de menos de 20 metros cuadrados, lo más parecido a una habitación de un hostal, donde el dueño se abona mensualmente la escandalosa cifra de 800 euros. Además, para entrar a vivir, habría que abonar varias mensualidades que hacen un total de 3.200 euros.