Era la cuarta ronda, Silvia y Rafael iban a perder 2.000 euros por cada año que fallaran de la edad de María. Nuestra desconocida número cuatro les despistaba con su peinado, Silvia creía que era mayor y le pedía perdón por anticipado: “no te vayas a molestar, que tenemos que ganar dinero”. Pero María no se ha enfadado en absoluto porque… ¡ha conseguido despistarles!