En el comedor del este centro de Leganés es donde más se perciben las vejaciones de las enfermeras con respecto a sus pacientes. Jesús lleva una cámara escondida que graba escenas como ésta: uno de los enfermos sentado en su silla de ruedas con el cuello doblado y sin poder enderezarse y las enfermeras pasando delante de él haciéndole caso omiso.