Descubrir este país en el que se mide el grado de la felicidad de la población y recoger testimonios de personas que aseguran haber visto este supuesto ser, objetivos principales de Jesús Calleja. Hasta los confines del reino de Bután, uno de los países más misteriosos del mundo, donde algunos de sus habitantes aseguran haber visto u oído al Yeti y en el que hasta hace sólo dos años los turistas extranjeros tenían prohibido el acceso a sus montañas.