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Cinco meses después, los Mossos d'Esquadra detenían al presunto autor de la salvaje agresión sexual a una menor de 16 años ocurrida en Igualada.
Se trata de un joven de nacionalidad boliviana de 21 años que, anteriormente, ya había cometido delitos similares. Días después de su detención, salen a la luz más novedades cruciales para la investigación. Durante el registro de su vivienda, los Mossos han encontrado ADN de la víctima en su habitación.
La víctima fue hallada sin ropa y gravemente herida en mitad de un descampado. El agresor le quitó al menos la chaqueta para regalársela a su expareja y, a día de hoy, también se encuentra en manos de los Mossos tras haberla localizado en el registro.
El detenido, a quien su madre ya echó de casa hace años por abusar de su hermana pequeña, ya se encuentra en prisión. Recientemente ha sido trasladado a un módulo ordinario.
'Cuatro al día' ha contado en directo con el testimonio de Alberto Gómez, portavoz de CSIF Prisiones: "El proceso por el que ha pasado ha sido exactamente el mismo por el que pasa cualquier detenido. Primero fue conducido al departamento de ingresos y luego se le derivó a la unidad hospitalaria psiquiátrica para que un psiquiatra valorara su estado", comenzaba.
"Este profesional entendió que no tenía un motivo de peso para quedarse ingresado en la unidad hospitalaria, con lo cual volvió al departamento de ingresos. Ahora está haciendo vida en un módulo ordinario".
Alberto nos ha detallado cuáles son las condiciones de ese módulo: "No es excesivamente conflictivo". Y, además, nos ha transmitido la información que maneja sobre la actitud del sujeto: "No sé si ha entrado de una manera más arrepentida o más altiva, hasta ahí no llego".