La modelo, que dio a luz a su segunda hija el pasado mes de enero, está pasando unos días en la ciudad de los rascacielos, a la que considera su hogar, pues su ajetreada agenda como modelo antes de entregarse a la maternidad le obligaba a pasar largas temporadas allí. Y tan alejada de Puyol, Vanesa confiesa que echa de menos al padre de sus dos hijas: "Una de esas mañanas frías en solitario echando de menos a mi hombre" escribía junto a la tierna imagen.
La pareja, cuya relación comenzó como un auténtico flechazo, comparte ya dos hijas, Manuela y la pequeña María de dos meses, y no descartan ir a por un tercer bebé, aunque Vanesa es consciente del tiempo que se ha de invertir en los hijos. Deseando volver al trabajo, la modelo confesaba hace poco que está disfrutando mucho de sus hijas, pero su espíritu "nómada" la empuja a ponerse manos a la obra enseguida. Quizá la estancia temporal de estos días en Nueva York sean ya su primer paso de la vuelta al trabajo de la catalana.
A pesar de que, a la vista está, la relación va viento en popa y la chispa entre ambos sigue intacta, no suenan de momento campanas de boda. De hecho, Vanesa Lorenzo declaró reccientemente a Europa Press que no cree que "casarse haga falta".