La joven acababa de salir de su centro superior de estudios cuando decidió tomar un taxi para regresar a su casa, situada a unos 4 kilómetros, según informa el diario Información.
A poca distancia de la casa de la joven, el taxista —de nacionalidad española y de aspecto calvo, según la víctima— aceleró el vehículo, obviando las preguntas y las quejas de la chica. El presunto violador se habría desviado a un punto, en Campanar, donde habría cometido el acto violento.
Contrario a lo que suele suceder en estas trágicas situaciones, el taxista habría acercado a la joven a los alrededores de su casa. En cuanto esta llegó, contó a sus padres lo que le había sucedido y la trasladaron a un hospital cercado donde el ginecólogo apreció lesiones compatibles con una relación sexual de carácter violento.
Agentes especializados en agresiones sexuales de la Unidad de Familia y Mujer (UFAM) de la Policía Nacional de Valencia inspeccionen las grabaciones captadas por las cámaras de seguridad en los recorridos realizados por el taxi a partir de la hora y los detalles aportados por la joven, así como en la calle donde se ubica el edificio en cuyo aparcamiento se habría producido el ataque.
Por su parte, la Policía Científica está analizando las prendas que vestía la joven durante la agresión en un intento por aislar posibles muestras biológicas del agresor.