Mientras ya han comenzado a regresar a sus hogares alrededor de 2.000 personas desalojadas en Estepona (Málaga) como consecuencia del incendio forestal declarado en el paraje de Peñas Blancas, donde el fuego ha afectado a más de 300 hectáreas, 142 efectivos continúan luchando contra las llamas.
Los efectivos de lucha contra el fuego han incidido en la perimetración de los dos focos del incendio, especialmente en el que amenazaba el pinsapar de los Reales de Sierra Bermeja, así como en el remate y liquidación de los puntos calientes en las zonas norte y sur.
La presencia de tres cables de alta tensión ha dificultado el trabajo de los medios aéreos por razones de seguridad.
Los vecinos evacuados de las urbanizaciones Forest Hill y Llanos de las Alberdinas, alrededor de 2.000 personas, han podido regresar durante la tarde de este martes a sus viviendas, mientras se mantiene el desalojo de los diseminados del Río Padrón y la Tejilla, cuyas viviendas, en su mayoría, son segundas residencias.
El presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, se ha desplazado hasta el puesto de mando avanzado instalado en Estepona para dirigir las tareas de extinción y allí ha agradecido la "labor impagable" de los miembros del Infoca, que están trabajando "en condiciones tremendamente duras y complejas" para tratar de extinguir el fuego, provocado por un ciudadano cuando intentaba quemar una colmena de abejas.
"Es un incendio complejo, que ha tenido circunstancias adversas desde el punto de vista meteorológico, pero gracias a la rápida y masiva respuesta por parte de todo el Infoca, podemos esperar, si las condiciones no varían, que este miércoles pueda darse por controlado", ha apuntado el presidente.
"Hay que destacar tres aspectos positivos: que no se ha producido ningún daño personal, que se ha podido perimetrar la zona de mayor valor ecológico, la que iba hacia el pinsapar, y que se ha podido detener a la persona que ha causado el incendio", ha señalado el presidente de la Junta, que ha pedido a los ciudadanos mucha "precaución". "Hemos tenido una primavera muy seca y cualquier imprudencia se paga muy caro", ha concluido.