1. Estimula el sistema inmune
El kéfir es rico en nutrientes como la biotina y el folato que activan el sistema inmunológico y protege sus células. Dispone de un polisacárido insoluble llamado kéfiran -único en este producto- que reduce el colesterol y la presión arterial, tal y como informa el portal web Grandes Medios.
2. Fortalece los huesos
El kéfir dispone de compuestos bioactivos que absorben el calcio en el cuerpo y detienen la degeneración ósea. Es rico en vitamina K2, que mejora la salud ósea, densidad y absorción del calcio. Además, tiene fósforo, calcio, magnesio, vitamina D y vitamina K que refuerzan el papel de las paredes intestinales de la mejora de la capacidad de absorción de estos nutrientes al torrente sanguíneo.
3. Mejora la digestión
Consumir esta bebida de leche fermentada ayuda al intestino a recuperarse después de la ingesta de antibióticos. Además, los compuestos probióticos que dispone contribuyen en la restauración de la flora perdida en la lucha contra los patógenos.