El pocero responsable de la perforación en la que cayó Julen el domingo en Totalán, Málaga, asegura que hace poco más un mes tapó el pozo con una piedra primero y después le añadió arena encima. Es lo que ha declarado ante la Guardia Civil hasta en dos ocasiones. Pero profesionales de la zona nos cuentan que lo habitual, y lo más seguro, es rellenar todo el canal del pozo.
Según el pocero, alguien retiró la piedra y tras la caída de Julen, y al acudir al lugar, se percató de que, en torno al agujero, alguien había dibujado un surco de hasta cinco metros de diámetro y que el terreno había sido rebajado medio metro, justo la profundidad donde se encontraba la piedra que hacía de tapón. Un trabajo, asegura el pocero, sólo posible con excavadora.
En medio de todas estas dudas, hoy los padres de Julen han participado en una reconstrucción de los hechos, algo “obvio” para la subdelegada del Gobierno, María Gámez, en casos de “desaparición de menores”. Gámez ha querido insistir en que se está haciendo una recopilación de toda la información de cómo sucedió y que "todos los testimonios coinciden" en que el pequeño cayó en ese orificio.
Hoy, después de que se estropeara la máquina con la que estaban quitando el tapón de arena que impide llegar a Julen, el operativo de rescate ha decidido empezar a hacer un orificio lateral y horizontal aprovechando la montaña para llegar a los 80 metros de profundidad y desde ahí meter una cámara con la que localizar al niño de dos años y rescatarlo.