Polémica por la decisión de Defensa de repetir parcialmente las oposiciones al Ejército para incluir a la aspirante del tatuaje
Noticias Cuatro
23/07/201822:56 h.María celebraba su plaza en el Ejército en el camino de Santiago cuando la llamaron para avisarla de que las pruebas habían sido impugnadas. Volvió a toda prisa a su casa de Sevilla para enterarse de lo ocurrido. Se puso en contacto con sus compañeras que habían aprobado las durísimas pruebas durante el mes de junio. Son 7 personas, 6 mujeres y 1 hombre. De 200 que se presentaron a la primera prueba psicofísica, quedaron 22 en la prueba final. Tuvieron que hacer inglés, teoría, caso práctico y exponer, además de sumar los puntos de méritos por sus carreras universitarias. Optaban a psicólogas en el ejército y algunas se habían presentado varias veces. Pilar incluso se había borrado sus tatuajes para cumplir su sueño. Lo intentó con laser, y al ver que no funcionaba lo hizo con cirugía. Los requisitos que publicaba el BOE lo dejaban claro. Nada de tatuajes visibles. Y en sus tobillos serían visibles en los actos protocolarios que obligan a usar falda. Las ministras de Defensa ya han sufrido esa norma del reglamento y han tenido que cumplirla dejando el pantalón guardado. No era algo que no se supiera. Pero dos mujeres se presentaron a la primera prueba con sus tatuajes y fueron declaradas no aptas. Una de ellas era Estela, 30 años e hija de militar. Llevaba su tatuaje en el empeine y según salió de la piscina, puso un recurso que después de muchas vicisitudes ha resuelto Defensa. Lo primero que pensaron fue volver a aceptar tatuajes visibles o permitir a las mujeres el uso de pantalones que los taparan. Lo segundo buscar una salida para esas dos mujeres que no afectara a los opositores. Era lo lógico, pero Estela no podría volver a presentarse al año que viene por edad. Así que la ministra de Defensa, empeñada en solucionar un caso que considera de discriminación y de machismo, decidió invalidar las pruebas que tanto esfuerzo había supuesto para los aspirantes. Para cuando lo han decidido los exámenes ya estaban terminados y las notas publicadas. Todos sabían los resultados aunque faltaba la lista final ordenada con la suma de las calificaciones. Defensa se agarra a eso para decir que las pruebas no estaban cerradas y podían ser impugnadas. Una faena de dudoso encaje jurídico que va a ser recurrido por los opositores que habían sacado las primeras plazas. Además alegarán su estado anímico y el estrés que les ha causado la decisión tan polémica del Ministerio. Si no logran evitarlo con recursos, tendrán que volver a examinarse. En su estado puede que ya no aprueben aunque Estela podrá presentarse de nuevo con su tatuaje.