Shahana, de una aldea en el distrito de Netrokona en el extremo norte de Bangladesh, fronteriza con India, ha comenzado a sufrir la enfermedad de forma visible hace varios meses, según publicó un periódico local.
"Me pica en la cara y las rodillas por la mañana y por la noche", contó Shahana a los medios. Su padre, sin embargo, cuenta que la niña ya tenía erupciones en el rostro y las extremidades desde que era un bebé.
Estas se convirtieron en verrugas y ahora parecen cuernos, dijo. Su familia trató de curarla con medicina tradicional, pero no mejoró su estado.
La niña ha sido atendida en un hospital de Daca, capital de Bangladesh, donde será sometida a un tratamiento y probablemente a cirugía.
Los médicos creen que esta enfermedad definida como 'epidermodysplasia verruciformis' es causada por una rara condición genética y ha sido a menudo descrita en la literatura científica como incurable.
Sin embargo, un caso que recientemente publicaron numerosos medios, el de Abul Bazander, también de Bangladesh, que sufría la enfermedad en un estadio severo, ha recuperado su vida normal tras ser operado con éxito.
Shahana comenzará a ser tratada en los próximos días en el mismo centro hospitalario, donde le auguran buenas perspectivas a la niña.